miércoles, 13 de febrero de 2008

EL ARTE EN EL CONSTRUCTIVISMO


Constructivismo
La revolución plástica en Rusia antecede a la revolución política. Movimientos como el rayonismo y el simultaneísmo se plantean y desarrollan antes de 1918. El constructivismo nace con el telón de fondo de una Revolución hecha en el nombre del proletariado. En el campo de las artes a partir de los años 20, existen dos tendencias abstractas pero conceptualmente diferentes. La representada por Kandinsky, Malevich, Gabo y Pevsner que defienden lo subjetivo en la obra de arte, el proceso consciente de creación y la encabezada por Rodchenko y Tatlin que propugna la inserción de la persona del artista dentro del proceso constructivo de la obra de arte, como un elemento más, poseyendo la misma importancia que los materiales o cualquier otro agente.A partir de los años veinte, el arte en Rusia se convierte en una edificación, en un producto más. El constructivismo implica que la obra de arte sea una construcción, que se articule como un edificio y se realice siguiendo métodos análogos.
Proclamamos: el espacio y el tiempo han nacido hoy. El espacio y el tiempo: las únicas formas sobre las cuales se edifica la vida, las únicas sobre las que debería edificarse el arte.
Los estados, los sistemas políticos y económicos mueren con el paso de los siglos; las ideas se agostan, pero la vida es robusta; crece y no puede ser arrancada, y el tiempo es continuo en su duración real. ¿Quién nos enseñará formas más eficaces? ¿Qué hombre genial nos dará fundamentos más sólidos? ¿Qué genio concebirá para nosotros una leyenda más enervante que ese relato prosaico que se llama vida?
La realización de nuestras percepciones del mundo, bajo las especies de espacio y tiempo, he aquí el único fin de nuestra creación plástica.
Y no mediremos nuestras obras con el patrón de la belleza, ni las pesaremos en la balanza de la ternura y del sentimiento. El cable en la mano, la mirada exacta como una regla, el espíritu rígido como un compás, construiremos nuestra obra como el universo construye a la suya, como el ingeniero hace el puente, el matemático sus fórmulas. Sabemos que cada objeto tiene su imagen. Una silla, una mesa, una lámpara, un teléfono, un libro, una casa, un hombre: otros tantos universos completos con sus ritmos propios, sus órbitas particulares. He aquí por qué, cuando presentamos los objetos, les quitamos las marcas de sus propietarios, todo lo accidental y local, dejándoles solamente, para expresar el ritmo de la fuerza que en ellos se encierra, su esencia y su permanencia.
Repudiamos el color como elemento pictórico en la pintura. El color es el rostro idealizado y óptico de los objetos. La impresión exterior es superficial. El color es superficial y no tiene nada en común con el contenido interno de los cuerpos. Proclamamos que el tono interno de los cuerpos, es decir, su sustancia material absorbiendo la luz, es la única realidad pictórica.
Rechazamos el valor gráfico de la línea. No hay gráfica real en la vida de dos cuerpos. La línea no es más que un trazo accidental que el hombre deja sobre los objetos. Carece de relación alguna con la vida esencial y la estructura permanente de las cosas. Es un elemento puramente gráfico, ilustrativo, decorativo. Solamente afirmamos la línea como dirección de las fuerzas estáticas escondidas en los objetos, y en sus ritmos.
Renegamos del volumen en tanto que forma plástica del espacio. No se puede medir el espacio en volúmenes de la misma manera que no se puede medir los líquidos en metros. Considerad nuestro espacio real: ¿Qué es sino profundidad continua? Proclamamos la profundidad como única forma plástica del espacio.
En escultura, renegamos de la masa en tanto que elemento escultórico. Ningún ingeniero ignora que las fuerzas estáticas de los sólidos, su resistencia material, no está en función de su masa. Ejemplo: el raíl, el contrafuerte, la viga, etc. Pero vosotros, escultores de todas la tendencias, os encasillasteis siempre en el prejuicio secular que considera imposible separar el volumen de la masa (...)
Repudiamos el error milenario heredado del arte egipcio que ve en los ritmos estáticos los únicos elementos de la creación plástica. Proclamamos un elemento nuevo en las artes pláticas: los ritmos cinéticos, formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real.
www.artstudiomagazine.com
Casa de la construcción
La Staatliches Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) o simplemente la Bauhaus, fue la escuela de diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y clausurada por las autoridades prusianas (en manos del partido nazi) en el año 1933. El nombre Bauhaus deriva de la unión de las palabras en alemán Bau, "de la construcción" y Haus, "casa";
Tres épocas
Primera epoca
En el momento de su fundación, los objetivos de la escuela, definidos por Walter Gropius en un manifiesto fueron: "La recuperación de los métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia artesana al mismo nivel que las Bellas Artes e intentar comercializar los productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en objetos de consumo asequibles para el gran público" ya que una de sus metas era la de independizarse y comenzar a vender los productos elaborados en la Escuela, para dejar de depender del Estado que hasta ese momento era quien los subsidiaba.
Segunda época
A partir de 1923 se sustituye la anterior tendencia expresionista por la Nueva Objetividad, un estilo también expresionista de pintura aunque mucho más sobrio que se estaba imponiendo en toda Alemania. La incorporación a la Bauhaus de László Moholy-Nagy, un artista muy cercano a Van Doesburg, supuso la introducción en la escuela de las ideas del constructivismo ruso de El Lissitsky y Tatlin, que abogaban por un arte comunal, basado en la idea y no en la inspiración.
Tercera época
En 1928 László Moholy-Nagy tras cinco años de docente, abandona la Bauhaus. Decisión tomada ante la creciente presión que ejerce el grupo de docentes y alumnos de tendencia comunista.
En 1932 la Bauhaus se trasladó a Berlín. Su último director fue el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe.
www.ifa.de/kunst/nbi/pics/gropius_bauhaus01.jpg, www.flholocaustmuseum.org, www.taringa.net, www.ojodigital.com



Arte y oficio

Tapiz de la serie sobre el Santo Grial, diseñado por Edward Burne-Jones
Diseño de William Morris para un papel pintado
El movimiento Arts and Crafts (literalmente, Artes y oficios) es un movimiento artístico que surge en Inglaterra a finales del siglo XIX y se desarrolló en el Reino Unido y Estados Unidos en los últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Inspirada por la obra de John Ruskin, alcanzó su cenit entre 1880 y 1910.
El movimiento reivindicó los oficios medievales en plena época victoriana, reivindicando así la primacía del ser humano sobre la máquina y siendo un movimiento en principio contracultural. Oponía la creatividad y el arte a la producción en serie. Se caracteriza por el uso de líneas serpenteadas y asimétricas constituyendo sobre todo un arte decorativa.
Se trató de un movimiento estético reformista que tuvo gran influencia en la
arquitectura, las artes decorativas y las artesanías británicas y norteamericanas, e incluso en el diseño de jardines

Principios del Arts & Crafts
Entre las ideas más características del Arts and Crafts se encuentran principios filosóficos, éticos y políticos, tanto como estéticos. Destacamos los más importantes:
Rechazo de la separación entre el arte y la artesanía. El diseño de los objetos útiles es considerado una necesidad funcional y moral.
Rechazo de los métodos industriales de trabajo, que separan al trabajador de la obra que realiza, fragmentado sus tareas.
Propuesta de un regreso al medievalismo, tanto en la arquitectura (con el neogótico) como en las artes aplicadas.
Propuesta de la arquitectura como centro de todas las actividades de diseño. Una idea que sería recogida por el racionalismo de principios del siglo XX.
Propuesta de agrupación de los artesanos en guildas y talleres, siguiendo el modelo medieval de trabajo colectivo.
Propuesta del trabajo bien hecho, bien acabado y satisfactorio para el artista y para el cliente.






EL ARTE EN LA EDAD MEDIA







EL ARTE EN LA EDAD MEDIA

El arte en la edad media
El Arte en la Edad Media cubre un arco temporal que va del siglo iv al Gótico Internacional (primera mitad del siglo xv), centrándose en los nexos históricos y culturales, los momentos centrales y las líneas de desarrollo de las artes más significativas durante toda la Edad Media en el territorio de la Europa occidental. La atención prestada a la difusión europea de las grandes corrientes artísticas responde a la convicción de que una verdadera historia del arte medieval no podrá nunca prescindir de ese conjunto de confrontaciones, préstamos y mutaciones que se daban continuamente en esa época entre diversas manifestaciones artísticas y distintos territorios geográficos. De este modo, la atención dedicada a las diversas expresiones de las llamadas “artes menores” (miniatura, orfebrería y marfil) pretende subrayar la importancia que estas tenían por su capacidad de expresar de una manera más rica y significativa el gusto y la creatividad de la época, no por ello sin dejar de ver los máximos exponentes de la pintura y la arquitectura medievales.
Las obras de arte de la edad media están estrechamente ligadas al pensamiento religioso, en especial al cristianismo. Todo el arte del Medioevo está relacionado con imágenes religiosas, buscando más que una belleza sensible basada en la imitación de la naturaleza, una belleza figurativa basada en formas geométricas rompiendo con la herencia de la antigüedad clásica, también hay una busque de una belleza que esta más allá de lo sensible, es una belleza de concepto ligada directamente a la obra y lo que ésta simboliza (pensamiento de San Agustín). Hay poca preocupación por la imitación de la realidad y las obras, en especial la pintura, posee un marcado geometrismo y esquematización.
San Agustín reconoce una belleza sensible como aquella captada por el ojo, pero la cree una belleza no completa y que no está por encima de las almas. Para que la obra sea completamente bella debe haber una idea o un concepto basado en símbolos que puedan ser descifrados para alcanzar ese goce de comprensión y belleza comparadas con Dios.
www.terra.es, www.moleiro.com, fp.resam.es, www vereda.saber.ula.ve, documentos en linean revisado el 13/02/2008

lunes, 14 de enero de 2008

dirección del cartel

direccion de la información y análisis del cartel

www.uclm.es/profesorado/Ricardo/Cartel.htm, Cartel. revisado el 11/01/08 y 14/01/08 documento en linea


Notificacion para la profesora "no puedo insertar imagenes, cada vez que que hago el intento me aparece error" solo es para que sepa de situacion

El cartel

Definición del cartel.
Es un material gráfico que transmite un mensaje, está integrado en una unidad estética formada por imágenes que causan impacto y por textos breves. Ha sido definido por algunos estudiosos como "un grito en la pared", que atrapa la atención y obliga a percibir un mensaje. También puede definirse como un susurro que, ligado fuertemente a las motivaciones e intereses del individuo, penetra en su conciencia y le induce a adoptar la conducta sugerida por el cartel.
En conclusión, es un material gráfico, cuya función es lanzar un mensaje al espectador con el propósito de que éste lo capte, lo recuerde y actúe en forma concordante a lo sugerido por el propio cartel.
Tipos de cartel
Existen dos tipos: los informativos y los formativos.
El cartel informativo. es el que está planeado para comunicar eventos, conferencias, cursos, reuniones sociales, espectáculos, etc. Este tipo de carteles puede ser presentado sólo con texto, para lo cual se recomienda letras grandes sobre fondo de color contrastante. Los textos deberán proporcionar sólo la información indispensable.
También pueden presentarse con texto e imagen, para lo cual la información se proporciona acompañada de imagen que puede estar hecha a base de tipografía de sujetos, objetos o formas que acompañan textos cortos, que den sólo la información necesaria.
El cartel formativo se utiliza como un medio para propiciar el establecimiento de hábitos de higiene, salud, limpieza, seguridad, orden, etc. También se usa para propiciar actitudes de confianza, actividad, esfuerzo, conciencia, etc. En el cartel formativo la imagen tiene preponderancia sobre el texto.
Características del cartel
El mensaje de un cartel debe ser global, percibiéndose como un todo en el que cada elemento se integra armónicamente y crea una unidad estética de gran impacto. Para facilitar el aprendizaje y el manejo de estos elementos los dividiremos en físicos y psicológicos.
Los elementos físicos son aquellos que constituyen el arreglo o tratamiento estético y el atractivo visual.
Los elementos psicológicos son los que dentro del mensaje estimula al espectador para que se oriente hacia lo que se pretende en dicho mensaje. Su intención es causar el impacto para que perdure el mensaje.
Un cartel de calidad es aquel que llama la atención espontáneamente, es decir, independientemente de la voluntad del observador. Los elementos físicos que provocan este tipo de atención son: imagen, texto, color, composición, tamaño y formato.
En cuanto a su elaboración, las imágenes que se aplican al cartel pueden ser: fotográficas o dibujadas. Las imágenes fotográficas a su vez pueden ser de dos tipos: normal o con efectos.
La fotografía ha sido poco utilizada por los cartelistas, sin embargo, las nuevas técnicas fotográficas han proporcionado un campo ilimitado para la creación de imágenes originales y llamativas.
Se identifica como imagen normal aquella que ha sido captada en la realidad sin ningún artificio de laboratorio. Este tipo de imagen no resulta tan atractiva como otras que veremos a continuación.
Las imágenes con efectos son las que se elaboran en el laboratorio y su atractivo depende de la dedicación del creador. Estas son más apropiadas para el cartel.
Las imágenes dibujadas son preferidas por las personas que realizan los carteles y parece ser que también por el público en general; tal vez esto se deba a la originalidad de las imágenes.
El dibujo que se usa actualmente tiende a ser más sencillo que los primeros carteles que se hicieron en el siglo pasado, tienden a sintetizar los elementos que lo integran; esto exige del realizador gran imaginación y creatividad.
Los tipos más usuales de dibujo aplicados al cartel son: el realista, el caricaturizado y el estilizado.
El dibujo real se caracteriza por estar apegado, tanto los objetos como los sujetos, a la realidad. Es poco recomendable porque requiere mucha elaboración y no provoca tanto la atención.
El dibujo caricaturizado es más adecuado, pero hay que usarlo con moderación y buen gusto. Por ejemplo, no hay que usar situaciones negativas como la ridiculización, los objetos repugnantes, y escenas dramáticas o hirientes.
El dibujo estilizado generalmente busca la simplificación de los detalles, este tipo de dibujos es el más usual, pues pretende crear formas nuevas que llamen la atención y el interés. La estilización no es recomendable si ésta lleva al observador a la pérdida del significado.
Dentro del elemento texto existen dos tipos: el encabezado y el pie.
El encabezado sirve de título al cartel, es el primer elemento del texto que llama la atención de las personas; se debe escribir con letras de mayor tamaño que las del pie, y con una, dos o tres palabras a lo sumo.
El pie tiene como función clarificar y profundizar en el mensaje: da los detalles y globaliza la información.
El tipo de letra es también un elemento importantísimo, pues a través de ésta podemos transmitir significados emotivos y sentimientos.
El color es otro aspecto relevante del cartel. Para éste hay que seguir ciertas reglas: usar pocos colores; aplicar los colores planos, sin matices, usar fondos contrastantes y usar colores claros.
La combinación de colores armónicos se percibe de una manera más relajada, en cambio; la combinación de colores complementarios es percibida como más agresiva. Sin embargo, hemos de concluir diciendo que cualquier combinación es válida si se consigue con el efecto deseado.
El tamaño del cartel deberá considerarse, pues dependiendo del lugar en que estará colocado y la distancia en la que pasarán los que lo observen, determinará sus dimensiones.
La composición es tan importante como las anteriores. Se refiere a la distribución de los elementos, tanto las figuras como los textos, en el área utilizable del papel. La composición debe buscar el equilibrio y la armonía.
El último elemento a considerar en el cartel es el formato. Existen dos tipos: el vertical y el horizontal. El primero es el más usado y al segundo se le conoce también como apaisado. La selección de una u otra forma dependerá en gran medida de las intenciones del mensaje y de la estética o composición.
Mensaje “No olvidemos que la imagen en un cartel no es un fin en sí misma, sino un medio para llegar al fin propuesto, que es la comunicación y fijación del mensaje.”
“Tampoco debemos olvidar la redacción den mensaje estará determinada por el nivel cultural y social de las personas a las que irá dirigido el mensaje”.